Washington, 23 jun (PL) El tema del cuidado de salud centra nuevamente hoy la atención de la opinión pública en Estados Unidos, en medio de los enfrentamientos en el Senado tras la presentación del proyecto republicano de ley sanitaria.
Este jueves los miembros del partido rojo revelaron la propuesta preparada a puerta cerrada que busca derogar y reemplazar la legislación actual, conocida como Obamacare.
La iniciativa tiene entre sus elementos principales una gran reducción de los fondos del programa Medicaid, dirigido a personas de bajos recursos; la eliminación del mandato de cobertura obligatoria; y la entrega de créditos fiscales para ayudar a costear ciertas coberturas.
Como se espera que los demócratas voten en bloque en contra de ella, los republicanos, poseedores de 52 de los 100 escaños de la Cámara alta, cuentan con esa mayoría para garantizar la luz verde a la ley, luego del aval recibido en la Cámara de Representantes a principios de mayo.
Pero las perspectivas no parecen tan alentadoras para la dirigencia del partido y sus intenciones de votar el proyecto la semana próxima, pues tras difundirse el documento de 142 páginas varios legisladores de la formación roja lo criticaron.
Algunos senadores conservadores, que desean gran independencia entre el mercado y la regulación estatal, consideraron que el esbozo no va lo suficientemente lejos en el desmontaje del Obamacare.
Mientras tanto, los más moderados de esa fuerza política y algunas organizaciones médicas expresaron su preocupación de que la normativa resulte demasiado agresiva y lleve a millones de personas a perder la atención médica o a recibir menos beneficios.
Los senadores Rand Paul, Ron Johnson, Ted Cruz y Mike Lee manifestaron en un comunicado conjunto que no están listos para votar el proyecto de ley, al argumentar que no cumple realmente con la promesa de revocar el Obamacare.
Tal postura podría llevar a negociaciones que impongan medidas aún más polémicas a un proyecto que en su forma actual ya recibió fuertes críticas de medios, organizaciones y senadores demócratas e independientes.
Unos 30 legisladores de la formación azul arremetieron de inmediato contra la iniciativa, con énfasis en sus recortes profundos al Medicaid, la falta de protección para las personas con condiciones médicas preexistentes y las reducciones de impuestos para los ricos.
En tanto, el expresidente Barack Obama realizó una severa condena en su cuenta de la red social Facebook, desde la cual se refirió al documento como una transferencia de riqueza de las familias pobres y la clase media a la gente más acaudalada.
A partir de este viernes arreciarán, por un lado, las negociaciones republicanas para tratar de conseguir los votos necesarios, y, por otro, las estrategias demócratas en busca de ralentizar cuanto puedan la votación sobre el tema.